Wednesday, June 28, 2006

Picos Oriental y Naiguatá

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Esta imagen fue capturada en el mismo lugar
que la anterior, los puntos mas altos son; de izqierda a derecha, los picos Oriental (2.650 msnm) y Naiguatá(2.765 msnm), respectivamente.

Vista de la Cordillera "El Avila"

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Esta imagen fue Tomada desde la carretera que sube desde mampote, edo. miranda y enlaza con la carretera petare-santa lucía
en el estado del mismo nombre, en venezuela

Friday, May 12, 2006

LOS EXTREMOS SE TOCAN

Saludos a Todos:

Esto me llegó por correo Hoy:

Me pareció que los blogs son la mejor manera de divulgar esta problemática.


** LOS EXTREMOS SE TOCAN

"Somos las primeras generaciones de padres decididos a no repetir con
los hijos los errores de nuestros progenitores.

Y en el esfuerzo de abolir los abusos del pasado, somos los padres más
dedicados y comprensivos pero a la vez, los más débiles e inseguros que
ha dado la historia. Lo grave es que estamos lidiando con unos niños más
"igualados", beligerantes y poderosos que nunca.

Parece que en nuestro intento por ser los padres que quisimos tener,
pasamos de un extremo al otro.

Así, somos la última generación de hijos que obedecieron a sus padres y
la primera generación de padres que obedecen a sus hijos.

Los últimos que le tuvimos miedo a los padres y los primeros que les
tememos a los hijos. Los últimos que crecimos bajo el mando de los
padres y los primeros que vivimos bajo el yugo de los hijos.

Lo que es peor, los últimos que respetamos a nuestros padres, y los
primeros que aceptamos que nuestros hijos nos falten al respeto.

En la medida que el permisivismo reemplazó al autoritarismo, los
términos de las relaciones familiares han cambiado en forma radical,
para bien y para mal.

En efecto, antes se consideraban buenos padres a aquellos cuyos hijos se
comportaban bien, obedecían sus órdenes y los trataban con el debido
respeto. Y buenos hijos a los niños que eran formales y veneraban a sus
padres.

Pero en la medida en que las fronteras jerárquicas entre nosotros y
nuestros niños se han ido desvaneciendo, hoy los buenos padres son
aquellos que logran que sus hijos los amen, aunque poco los respeten.
Y son los hijos quienes ahora esperan respeto de sus padres, entendiendo
por tal que les respeten sus ideas, sus gustos, sus apetencias y su
forma de actuar y de vivir. Y que además les patrocinen lo que necesitan
para tal fin.

Como quien dice, los roles se invirtieron y ahora son los papás quienes
tienen que complacer a sus hijos para ganárselos y no a la inversa, como
en el pasado.

Esto explica el esfuerzo que hacen hoy tantos papás y mamás por ser los
mejores amigos y parecerles "a todo dar" a sus hijos.

Se ha dicho que los extremos se tocan. Y si el autoritarismo del pasado
llenó a los hijos de temor hacia sus padres, la debilidad del presente
los llena de miedo y menosprecio al vernos tan débiles y perdidos como
ellos.

Los hijos necesitan percibir que durante la niñez estamos a la cabeza de
sus vidas como líderes capaces de sujetarlos cuando no se pueden
contener y de guiarlos mientras no saben para dónde van. Si bien el
autoritarismo aplasta, el permisivismo ahoga.

Sólo una actitud firme y respetuosa les permitirá confiar en nuestra
idoneidad para gobernar sus vidas mientras sean menores, porque vamos
adelante liderándolos y no atrás cargándolos y rendidos a su voluntad.

Es así como evitaremos que las nuevas generaciones se ahoguen en el
descontrol y hastío en el que se está hundiendo una sociedad que parece
ir a la deriva, sin parámetros ni destino.

Los límites ubican al individuo.





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